El Connemara y el Condado de Galway

Galway es la capital viva del condado. ¿Alguna palabra para describirlo? Craic, ese sentido indefinible de discusión y ambiente que se respira en todos los pubs del país. Déjate llevar por el ambiente festivo de los muchos pubs de la ciudad. Galway es también puerta de entrada a la mítica región de Connemara. Esta región es la más salvaje del país. Es la esencia misma de Irlanda y en ella puedes descubrir todos sus paisajes típicos: verdes colinas, lagos, llanuras de páramo rojo, turberas, pequeñas granjas con tejados de paja... Te encantará esta atmósfera única.

Nuestro favorito: el colorido pueblo de Letterfrack, al pie de la Colina del Diamante, al que se puede subir para ver los lagos de Connemara. No te pierdas el suntuoso castillo y los jardines de la Abadía de Kylemore, rodeados de lagos y cascadas, a unos pocos kilómetros de distancia. Este magnífico conjunto arquitectónico fue adquirido por la orden de monjas benedictinas, monjas católicas irlandesas a principios del siglo XX.

Anillo de Kerry

El Anillo de Kerry sigue la línea de la costa en un bucle de 179 km. Es una de las zonas más bellas de la isla, que ofrece un magnífico paisaje atlántico, playas e imponentes montañas. Hay muchas rutas de senderismo y ciclismo para elegir. No te pierdas la ciudad de Killarney y su parque nacional de 10.000 hectáreas, y luego súbete a tus bicis para descubrir el magnífico paisaje: el lago, la cascada y las colinas circundantes. También puedes visitar Muckross House y sus jardines, salidos directos del paisaje de Downton Abbey.

Nuestra recomendación favorita: haz un desvío hacia el bonito puerto pesquero de Dingle, donde puede que tengas la suerte de ver a Fungie, un delfín que tiene allí su hogar desde 1984. Visita la península de Slea Head en bicicleta y maravíllese con su costa y sus acantilados. Por el camino, detente para admirar las "Cabañas de la Colmena", unas pequeñas cabañas de piedra del siglo V.

Dublín

La ciudad más grande del país, Dublín, la capital de la República de Irlanda, es a la vez encantadora y bulliciosa. Dublín te sorprenderá con sus muchas facetas. Puedes comenzar tu visita en Grafton Street, la calle comercial de la ciudad, continuar por el parque de la ciudad St Stephen Green y terminar con el famoso Trinity College y su magnífica biblioteca. Por las noches, la zona del Temple Bar con sus numerosos pubs, te da la bienvenida para hacer degustaciones de cervezas locales y algún que otro encuentro irlandés inesperado! No te pierdas una visita al Parque Croke y al Museo de Deportes Gaélicos, un estadio con 80.000 asientos donde se celebran partidos de deportes gaélicos, hurling y fútbol. Y además, puedes probar estos deportes típicos en los terrenos del museo, después de echar un vistazo a su historia.

Nuestro favorito: a unos 50 kilómetros de Dublín, se encuentra el monasterio de Glendalough, "el valle de los dos lagos", que albergó a un ermitaño en el siglo V. Este lugar aislado del mundo, en su entorno montañoso, es de una belleza romántica y una calma sorprendente, el lugar ideal para una tranquila parada entre los dos lagos que contrastan con las verdes llanuras circundantes.

Wexford fue creado en tiempos de los vikingos, y ha conservado muchos vestigios de esa época. Además de su rica historia, Wexford es una ciudad vibrante con muchas tiendas, pubs y restaurantes, teatros y cines... sin olvidar el Festival de Ópera de Wexford que tiene lugar cada año en octubre. En cuanto a las actividades al aire libre, además de ser un verdadero paraíso para los golfistas con 6 campos cercanos, la zona cuenta con hermosas playas de arena.

Michael y Karina - 17 intercambios

Louisburgh es una ciudad muy animada y es perfecta si quieres disfrutar de una pinta de Guinness frente a un fuego de turba mientras escuchas música tradicional irlandesa.

Barry - 19 intercambios

Mi consejo, si estás visitando el Parque Nacional de Killarney en el condado de Kerry: haz un viaje en barco desde el castillo de Ross a la isla de Innisfallen en el lago Lough Leane y visita la famosa Abadía de Innisfallen, construida en el siglo VII y abandonada en el siglo XVI. Fue aquí donde se escribieron los Anales de Innisfallen, crónicas históricas de la Irlanda medieval (desafortunadamente, para ver estas famosas crónicas, hay que ir a la Biblioteca Bodleian de Oxford).

Gerard - 4 intercambios