Karina, autora del blog La Volta al Món en Família, nos cuenta su experiencia tras 1 año como miembro de IntercambioCasas.com. ¿Queréis conocerla?
- ¿Qué es lo que más os ha sorprendido de intercambiar casa?
La buena voluntad de toda la gente con la que hemos intercambiado nuestras casas. Confianza y ganas de que las personas se sientan “como en casa”, encontrar información turística, productos de comida típicos de la zona y hasta con una familia de Beaune (Francia) nos invitaron a cenar un día más adelante y nos conocimos, ¡fue una bonita experiencia!
- **¿Fue difícil para vosotros dejar vuestro hogar a otras personas? **
No fue difícil porque en general ya habíamos dejado el piso a amigos y familiares en otras ocasiones. Sí que hay un poco de “temor” en que cuiden las cosas pero realmente hemos encontrado el piso siempre en perfectas condiciones y limpísimo.
- **¿Cómo organizáis cada intercambio? **
Abert (mi pareja) es quien hace la búsqueda a través de la página web, primero empieza con mails hasta que al final cuando ya encontramos una familia que nos gusta y coincide en fechas y encaja lugar y casa les proponemos hacer un Skype para conocernos personalmente y toda la familia interviene en la conversación.
- ¿Qué es lo mejor del intercambio de casas?
Para nosotros es una nueva experiencia de viajar, con niños es muy cómodo porque una casa siempre es mucho más grande y tienes más libertad que en un hotel. Y más intimidad porque cada uno tiene su habitación. Puedes cocinar en casa, tumbarte un rato en el sofá cuando llegas cansado de una visita e incluso intercambiar bicis, patines como hemos hecho, y coche también. Por supuesto que es también un buen ahorro económico. Para los niños es fantástico intercambiar con familias porque encuentran muchísimos juguetes. El problema a veces es que no quieren ni salir de casa porque les encanta jugar con todos los “nuevos” juguetes que encuentran, o bicis… Recuerdo cuando llegaron a la casa de Beaune que encontraron tantos playmobils y juguetes que era imposibles arrancarlos a visitar la ciudad. Para nosotros también va bien para tener nuestro tiempo para mirar guías y preparar rutas mientras ellos juegan. ¡En Beaujolais teníamos una casa con piscina que fue las delicias de los niños!
- ¿Cómo es la casa que intercambiáis?
Intercambiamos nuestro pequeño piso en Roda de Bará, que es una segunda residencia. Y por eso, al ser segunda residencia, tienes mayor libertad con las fechas y hemos hecho intercambios no simultáneos. Este invierno estuvimos en un apartamento en Enveitg porque queríamos que los niños aprendieran a esquiar. El intercambio ha sido diferentes fines de semana o puentes en primavera o verano, ya que es cuando el piso de Roda de Bará es más atractivo. Ahora en agosto iremos a Islandia con un intercambio de 2 casas; la primera familia vendrá a finales de junio (en agosto un islandés no creo que aguantara el calor de la costa catalana) y les dejaremos el piso y el coche.
Sin duda, para nosotros es una gran experiencia en muchos sentidos que recomendamos totalmente. También porque mayores y niños aprendemos a compartir y a dejar también nuestra cama, armarios, espacios y juguetes.
¡Gracias Karina, felices intercambios!