El verano se acerca y los miembros de IntercambioCasas ya tienen muchos de sus intercambios planificados. Ya sabéis que son muchas las ventajas de viajar intercambiando casa, pero sin duda, la principal es el gran ahorro económico que supone. Quizás puedas viajar durante todos tu mes de vacaciones, o si tu trabajo te lo permite: trabajas en remoto, eres profesor o**freelance**, ¡quizás es el momento de disfrutar de todo el verano intercambiando casa!
Porque viajar todo el verano ¡es posible! Bien encuentres un único intercambio, o varios consecutivos, el ahorro en alojamiento te va a permitir permanecer más tiempo explorando tu destino favorito. Tan solo con un poco de organización, ¡tu verano puede ser inolvidable!
¿Quieres conocer a algunos Miembros que ya lo han hecho? Aquí te dejamos las experiencias de Diana y Carmen, que tuvieron la suerte de realizar intercambios de larga duración.
Diana, 5 semanas en Río de Janeiro
Soy traductora y, aunque vivo en Barcelona, tengo la suerte de trabajar desde cualquier parte del mundo, siempre que tenga internet para conectarme con mis clientes. Me encanta viajar, pero sobre todo disfruto integrándome y haciendo “vida normal”. Por eso le daba vueltas a un intercambio de mayor duración desde hacía tiempo y el año pasado por fin me animé.
Yo tenía ya un ojo puesto en Río de Janeiro, con el destino marcado como favorito, y me contactaron unos chicos de allí, que también trabajan desde casa y me ofrecieron un intercambio de larga duración. Decidimos al final en 5 semanas para empezar, yo viajaba sola y quería probar cómo me sentía, mi miedo era sentirme algo perdida en un país donde no conocía a nadie.
Pero el intercambio fue estupendo y resultó una pequeña aventura. Organizarlo fue muy fácil porque mis compañeros de intercambio eran encantadores. Ellos llegaron a Barcelona la mañana de mi viaje, así que les pude conocer y explicarles el piso. Y cuando yo llegué a Río, me sentí a gusto en seguida, tenían un piso muy acogedor justo al lado de la playa, ¡y además era verano! Llegar a la playa de Copacabana con ambiente de verano en marzo es espectacular.
Allí estuve haciendo vida totalmente normal, trabajando igual que hago aquí. Pero la vida normal en otro país es más aventura que hacerlo en tu ciudad, empezaba el día corriendo por la playa, o tomando un café en el barecito de la esquina. Y si tenía un rato cogía una bici pública para pasear por la playa.
Y los fines de semana me sentía de vacaciones, haciendo turismo por la ciudad, que es preciosa, con montañas y mar por todos sitios, y alguna escapada cerca. ¡Ah! Y no me sentí nada sola, el primer viernes ya había quedado con un grupo de meetup, que me acogió y que me invitaron a muchísimas actividades, me sentía totalmente integrada. Cinco semanas no parece tanto tiempo, pero a la mitad del intercambio ya ni me acordaba de que yo en realidad vivía en Barcelona.
Fue una aventura preciosa, me gustaría repetir Río e ir más tiempo ahora que lo conozco. Y seguir haciendo al menos un intercambio largo al año.
Carmen, 3 meses en Irlanda
Yo recibí una propuesta de intercambio para tres meses de una familia irlandesa de Ballyvaughan, un pueblo precioso en la costa oeste de Irlanda. En principio dudé si aceptarlo porque era un periodo largo y mi inglés no era muy bueno, pero al final acepté.
Yo estoy prejubilada por eso disponía de tiempo libre. Estuvimos mandándonos correos durante un tiempo con la familia en Irlanda para organizarlo bien todo. Incluso ellos me dejaron un coche y así pude visitar muchos sitios preciosos de Irlanda. Además, otro punto muy interesante es que contacté con una escuela para que sus cuatro hijos pudieran ir al cole aquí en Valencia mientras aprendían español.
Empecé el intercambio con mi marido pero él sólo podía estar 10 días de vacaciones, por que a partir de entonces él se fue y grupos de amigos iban allí para disfrutar de Irlanda conmigo.
Los padres de mis partners de intercambio vivían allí cerca y a veces me invitaban a comer y hacían excursiones con nosotros. Fue estupendo ya que conocí a mucha gente del pueblo, incluso una vez hicieron una barbacoa en una casa donde asistía todo el pueblo y nos invitaron. Disfruté muchísimo el ambiente irlandés con música, bailes, risas…
**Fue una genial experiencia que me hizo enamorarme de Irlanda y desde entonces todos los años hago intercambio con Irlanda. **Todo el que pueda debería probar una experiencia así.