Para muchos, el intercambio de casas no deja de ser increíblemente sorprendente y algunas reservas están vinculadas con el propio concepto. Hoy vamos a ayudarte a disipar algunos mitos y temores y a sentirte como en casa en cualquier parte del mundo.
¡Descubre HomeExchange!Mito 1: Habrá extraños en mi casa
Cuando llegue el momento de cerrar el proceso de intercambio de casas, tus socios de intercambio habrán dejado de ser extraños. En el momento que empezáis a coordinar vuestros respectivos viajes, os mandaréis varios mensajes, hablaréis por teléfono y tal vez por Skype. Y por si no fuera suficiente, algunos miembros incluso llegan un día antes al destino, para conocer a la otra familia.
Mito 2: Nadie quiere venir a mi ciudad o municipio
¡Tu vida cotidiana es un viaje de aventura para otro! Lo que a veces puede parecerte rutinario y poco novedoso constituye un descubrimiento para otra persona. No hace falta vivir en la playa o en una gran cabaña en la montaña para que tu casa sea atractiva de cara a un intercambio de casas. Cada casa es única y la tuya puede ser exactamente lo que está buscando otra familia para sus vacaciones.
Mito 3: Habrá algún robo/daño en mi casa
En este caso, nos encanta citar la regla de la reciprocidad. La otra familia de intercambio tratará tu casa exactamente de la misma forma en que sabe que tú vas a tratar la suya. En muchos casos, a la vuelta nos encontramos la casa más limpia de lo que la dejamos. Y para que viajes con total tranquilidad HomeExchange te ofrece sus garantías de cancelación, daño o robo en caso de que pudiese surgir algún imprevisto.
Mito 4: Sólo puedo intercambiar si soy propietario de una vivienda
Hay distintos tipos de propiedades en la página web disponibles para el intercambio: desde barcos a autocaravanas, y todo lo que se sitúa entre medias. Además, los que estéis en régimen de alquiler también sois bienvenidos, aunque siempre recomendamos que informéis antes al propietario. Desde el punto de vista técnico, los miembros de intercambio son como huéspedes invitados en tu casa puesto que no hay transacción económica. Es como si tuvieras a unos amigos o familiares en tu casa mientras estás fuera.
Mito 5: Es complicado organizar un intercambio de casas
El proceso es tan sencillo como seleccionar el destino al que quieres ir y mandar una propuesta a distintos miembros de la comunidad. Las fechas exactas serán flexibles para ambas partes pero ese pequeño esfuerzo compensa con creces el importante ahorro que se hará en alojamiento.
¿Te animas a intercambiar casa? ¡Descubrirás una forma única, humana y económica de viajar!
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