Descubre cómo pasamos 34 fabulosos días en Islandia sin quedar arruinados. Y cómo podrías hacer lo mismo en cualquier otro país del mundo.
Mi familia ha sumado diez intercambios de casas en tres años, viajando durante tres meses cada año. Ha sido posible porque le hemos sacado el máximo partido a las ventajas del portal IntercambioCasas.
Procuramos siempre no gastar dinero en actividades turísticas caras, lo que nos permite pagarnos el viaje siguiente. Cada euro ahorrado en unas vacaciones se convierte en nuevos días que se añaden a la futura escapada. Sabemos que podemos transformar una semana en cualquier lugar de una lista de destinos populares en tres semanas si hacemos la selección adecuada, e IntercambioCasas es la selección adecuada, una gran manera de ahorrar mucho dinero.
Consejo nº 1: Decide qué es lo importante. Para nosotros, vivir preciosas experiencias.
Hemos ido a Islandia y no hemos visitado la Laguna Azul. Bueno, ya está dicho.
En cambio, teníamos una piscina en Kópavogur, en la periferia de Reikiavik, en la que hemos nadado casi todos los días. Para mí, la experiencia de nadar junto con los locales era más importante que gastar bastante dinero para visitar una atracción turística.
Consejo nº 2: El vuelo es bastante caro. ¿Estás seguro de querer quedarte unos días nada más?
Contempla la posibilidad de ampliar tu estancia lo más posible. Puedes “visitar” Reikiavik en unos pocos días, ¿pero no prefieres “vivir” allí más tiempo?
Cada vez que te desplazas de un sitio a otro, te cuesta dinero. En cambio, lo ahorras si te quedas una temporadita y te instalas de verdad. Cuanto más tiempo vivas en un mismo lugar, más desahogada será tu vida.
Consejo nº 3: El intercambio de casas te proporciona cama gratuita… y cocina gratuita.
A menudo la gente piensa que el intercambio de casas permite no pagar facturas de hotel, pero también nos da la libertad de no pagar notas de restaurante.
En Islandia, los restaurantes son asombrosamente caros y comiendo en casa ahorrarás un montón. Compra en supermercados como Bonus, Netto y Hagkaup, y compara para ver cuáles ofrecen los mejores precios.
Prepara un picnic a mediodía (cada día). No necesitarás nevera portátil porque allí no hace calor. Recordamos con cariño algunos de nuestros mejores almuerzos, sentados detrás del coche en playas aisladas o antes de empezar a caminar hasta un glaciar.
Mi lugar de picnic favorito fue un lugar resguardado del fuerte viento, a pocos kilómetros del Círculo Ártico, desde el cual entramos en el océano Ártico. ¡Es una experiencia que no puedes vivir en un restaurante!
Consejo nº 4: Convierte tus vacaciones en “staycations” islandesas, o cómo quedarse en casa en vacaciones para vivir como los locales y no como un turista.
Ha llegado la hora de confesarlo: para mí, la palabra “turista” es una palabrota.
Quiero vivir como los locales, sentir que formo parte de un barrio y adopto un estilo de vida. Me gusta imaginar que mis intercambios de casas son como unas staycations en otros lugares. Esto significa que guardas una rutina de vida diaria, en lugar de convertirte en un turista a tiempo completo
Recuerda, hacer vida de rutina es más barato que ser un turista. Por ejemplo, teje una bufanda con lana islandesa o pasa la tarde en la biblioteca de tu barrio. Por cierto, ¡ahí va una recomendación adicional! En la biblioteca pública de Kópavogur hay un Museo de Historia Natural que merece la pena visitar.
Consejo nº 5: Si te quedas más tiempo, podrás tomarte un día libre.
Puesto que te vas a quedar más tiempo, no necesitas trabajar duro para llenar cada día con una inolvidable actividad. Hemos comprobado que algunos de nuestros días favoritos eran aquellos en los que no habíamos planeado nada.
Disfrutar de tu familia haciendo cosas habituales en la casa de otra familia es una bonita forma de pasar tus vacaciones.
Cuando estábamos en Kópavogur, aprovechamos para nadar un largo rato o pasear en bici por la costa que está justo enfrente de Bessastadir, la residencia del Presidente islandés. También tomamos tiempo para lavar la ropa y hacer compras en el supermercado.
Consejo nº 6: Por larga que sea tu estancia, nunca podrás hacerlo todo. Así que ni lo intentes.
Una vez hayas aceptado que las cosas son así, podrás empezar a disfrutar. Hicimos un intercambio de 18 días en Florencia, Italia: no entramos en el Duomo ni fuimos a Pisa, y apenas salimos del centro histórico. Sin embargo, fueron momentos estupendos.
En Islandia, la lista de cosas que no hicimos empieza con la Laguna Azul. Tampoco comimos hákarl (carne de tiburón curada), avistamos ballenas ni fuimos a ver la representación de las Sagas islandesas – Los grandes éxitos en 75 minutos. Pero disfrutamos de cada minuto de nuestra estancia y nos quedamos 34 días, algo que mucha gente no puede permitirse.
Date permiso para hacer las cosas a tu ritmo. Cada día nos preguntamos si lo estamos pasando bien: si la respuesta es positiva, entonces lo estamos consiguiendo.
Consejo nº 7: Haz primero todo lo que es gratuito. Y disfrútalo.
Lo primero que puedes hacer gratuitamente es explorar tu nuevo barrio. Mira dónde están las tiendas de alimentación, la mejor panadería, etc. Descubre qué les gusta beber a los locales, y dónde. Si tienes niños, busca el área de juegos infantiles que más mola para ellos.
Establece una lista de cosas gratuitas que puedes hacer, y hazlas. Con algo de investigación y organización, te dará para mucho. Siempre nos sorprende todo lo que se ofrece a un precio insignificante o gratuito, como los días de visita gratuita en museos o galerías.
Por supuesto, cuando gastas dinero, asegúrate de que merece la pena. Frena el ritmo. Déjate llevar. No es una carrera.
Consejo nº 8: Islandia con y sin coche
Si tu casa de intercambio está fuera de la periferia de Reikiavik, necesitarás un coche. Por lo tanto, comprueba si puedes intercambiar también el coche con tu partner. Mientras estuvimos en Höfn, pueblo pesquero en el sureste, y viajamos a Akureyri en el norte, ¡añadimos 5.000 kilómetros al contador de nuestro vehículo de alquiler! Este fue el mayor gasto de todo el viaje, pero no lo pudimos evitar porque no fue posible intercambiar los coches.
No te va a hacer falta el coche mientras estés cerca de Reikiavik y puedes ahorrarte el gasto del alquiler esos días. En cambio, ¿quieres ir hasta el Círculo Dorado? Lo vas a necesitar. ¿Visitar cualquier otro lugar en la zona? Utiliza el sistema de transporte de Reikiavik, que es muy bueno. ¿El transporte público no va contigo? Supéralo y descubrirás otra forma de vivir como los locales.
Consejo nº 9: Si un intercambio de casas en Islandia te parece bueno, dos o más serán aún mejores.
Si vives en un lugar en el que volar a Islandia sale caro (como yo), encadena varios intercambios de casas para quedarte más tiempo. Recomiendo la zona de Reikiavik, Höfn y Akureyri, pero adelante con lo que surja.
Si para ti los vuelos a Islandia son baratos y tienes buenas combinaciones, visita el país varias veces, en distintos lugares y momentos del año.
Y si tu casa ofrece calorcito y sol durante los meses de invierno, y estás deseando ver las luces del norte, hay unas cuantas familias islandesas que estarán encantadas de disfrutar de unas vacaciones soleadas en pleno invierno.
Consejo nº 10: Encontrar una casa de intercambio en Islandia puede poner a prueba tus nervios, pero merece la pena.
Islandia es uno de los destinos más solicitados actualmente. Aunque la proporción de casas registradas en IntercambioCasas sea la más alta del mundo con respecto a la población del país, encontrar la casa perfecta puede ser complicado. Empieza pronto a buscar. Sé flexible y no te limites a Reikiavik y su periferia. ¡Hay muchas otras partes a las que ir!
Gracias a Sigrun y Valgardur, Rannveig y Magnús, y Jónas y Alma, que han hecho posible nuestro sueño islandés.
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