La situación de urgencia climática que estamos viviendo solo nos demuestra la importancia y la necesidad real de un turismo sostenible y responsable por parte de las personas que viajamos y de todas las empresas y agentes que forman parte del sector turismo.
La economía colaborativa es un tema recurrente de debate en muchos círculos de viaje, ya que proporciona opciones que sin duda están muy alineadas con el desarrollo de un turismo sostenible, y responsable en lo que respecta a la toma de decisiones. Sobre todo, a medida que el intercambio de casas, coches y comidas se hace más popular mediante empresas como HomeExchange, Uber, o EatWith.
Por otro lado, la Cumbre de París sobre el Cambio Climático es otra forma eficiente de recordar que el movimiento del “consumo colaborativo”, que ayuda a darle usos más productivos a bienes y servicios infrautilizados, está teniendo un efecto transformador en la economía y la mente de los viajeros, así como en el medio ambiente.
¡Únete a la comunidad HomeExchange!¿Por qué la economía colaborativa y el intercambio de casas pueden promover el turismo sostenible?
Este movimiento de economía colaborativa es así esencial y constituye un factor creciente de turismo sostenible. En definitiva, podemos afirmar que la economía colaborativa o compartida promueve directamente el turismo sostenible porque:
1. Reducen la producción de carbono
Según un estudio realizado por el Grupo Cleantech, los viajes que se organizan mediante portales de intercambio de casas, como HomeExchange o incluso casas rurales y Bed&Breakfast, producen un 66% menos emisiones de CO2 que los viajes con reserva de hotel, incluyendo aquellos hoteles cuya puntuación en materia de eficiencia energética es de 5 estrellas. La reducción de la emisión de carbono es uno de los objetivos en la promoción de un turismo sostenible.
2. Frenan el desarrollo y la nueva construcción de hoteles y complejos turísticos
Si hay un número mayor de viajeros que se alojan en casas ya existentes durante sus vacaciones y desplazamientos, las empresas hoteleras no necesitarán construir tantos altos edificios nuevos ni realizar ampliaciones, dejando los centros históricos intactos, sin necesidad de modificar los recursos naturales. Por tanto la economía colaborativa a través del intercambio de casas potencia el uso de los recursos ya existentes, y en consecuencia un turismo sostenible.
3. Apoyan a los negocios locales
Los viajeros que eligen los intercambios de casas o los pequeños establecimientos de tipo casa rural o Bed&Breakfast disponen de más presupuesto para su viaje, al no gastarse de 100 a 300 € por cada noche pasada en un hotel. Y este ahorro pueden utilizarlo en comercios locales, como restaurantes, productos locales de alimentación, lugares de ocio, excursiones, parques y mucho más. La economía colaborativa apoya así a la economía local.
4. Distribuyen y reparte la riqueza
Este ahorro en alojamiento también le permite al viajero gastar más dinero en un amplio abanico de tiendas y pequeños comercios, así como en los lugares de interés local. Con esto, toda la comunidad de la zona visitada se beneficia de unas vacaciones individuales, no sólo el hotel y unos pocos negocios. Al ahorrar en alojamiento con un intercambio de casas, puedes emplear tu dinero en aquellas actividades que más te gusten durante tus vacaciones.
5. Promueven el transporte sostenible
Los viajeros europeos y americanos que comparten sus casas incrementan en un 10 a 15% sus posibilidades de caminar, montar en bicicleta o utilizar los transportes públicos, en lugar de conducir sus propios vehículos. En el caso concreto del intercambio de casas, las propias familias que intercambian sus casas a veces se prestan bicicletas, o se ofrecen incluso bonos de transporte publico para hacer más fácil sus estancias y promoviendo así un turismo sostenible. Por otra parte, el uso compartido de vehículos también es una opción proporcionada por la economía colaborativa.
6. Inspiran el deseo de compartir vehículo
El coche compartido suele formar parte del intercambio de casas. Muchas de las familias que intercambian su casa, también intercambian sus coches, teniendo así un medio de transporte para moverse durante sus vacaciones. Este uso compartido del coche es también clave para el ahorro e influye directamente en la capacidad económica de los viajeros para hacer actividades en sus destinos. Para los viajeros, es un ahorro muy importante.
Por otro lado, si no se tiene coche disponible, existen otras opciones como Uber, Lyft, Sidecar, y Rideshare, para que salir de excursión sea más fácil, barato y ecológico que alquilar un coche. Una encuesta sobre el vehículo de uso compartido, llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Berkeley, revela que por cada coche disponible durante el intercambio de casas, se reduce en más de 10 el número de vehículos que congestionan las autovías de las ciudades.
7. Promueven pasar más tiempo en la cocina y compartir comida con locales
Con una cocina totalmente equipada a su disposición, las parejas y familias que intercambian su casa se sienten más motivadas para comprar productos locales frescos y preparar sus propias comidas. Comer en casa suele ser más eficiente del punto de vista energético que ir al restaurante o pedir un room service en un hotel. Empresas como EatWith permiten organizar una cena, en casa, con chefs locales para sacarle el mayor partido a la experiencia. No hay mejor manera de descubrir una región que comprando y comiendo como los propios habitantes, e incluso con ellos. También puedes explorar este tipo de empresas creadas en el seno de la economía colaborativa.
8. Ayudan al reciclaje
A la vez que la economía compartida ayuda a los viajeros a utilizar recursos existentes, también les inspira para que sigan reciclando cuándo están de vacaciones. El 89% de los europeos y el 95% de los americanos han reciclado uno o varios productos durante sus viajes en el último año.
Durante los intercambios de casas además, cada familia proporciona la información a sus invitados sobre como realizar la recogida selectiva de basura acorde a las características de cada destino, lo que favorece un comportamiento responsable del viajero.
9. Permiten ahorrar agua
La mayor parte del agua consumida por los hoteles se dedica a la limpieza, la lavandería, la cocina y otras actividades afines. Poder intercambiar casa hace que la mayor parte de esta cantidad de agua se ahorre, al no necesitar lavar a diario toallas o sábanas, y al permitir que los viajeros tengan un comportamiento muy parecido al que tienen en sus propias casas. En un año nada más, los americanos que se han alojado en casas compartidas han ahorrado un volumen de agua equivalente a 270 piscinas olímpicas. Si lo aplicamos a los europeos, el ahorro representa 1.100 piscinas de agua.
10. Favorecen el ahorro de energía
Hay cada día más casas compartidas que disponen de aparatos y electrodomésticos energéticamente eficientes. El 83% de los anfitriones americanos y el 79% de los europeos indican haber instalado al menos uno de ellos.
¿Estás convencido ya de como la economía colaborativa y el intercambio de casas favorecen un turismo sostenible? Te animamos a conocer mejor las diferentes opciones de economía colaborativa que puedas tener cerca, y por supuesto, a probar el intercambio de casas en tus viajes.
¿Y tú? ¿Conoces ya el intercambio de casas?
El alojamiento más económico, auténtico y local que puedes tener lo vas a encontrar a través del intercambio de casas. Una familia, en el destino que desees, te dejará su casa y a cambio tú también prestarás tu casa a otros miembros de la plataforma de HomeExchange. Así, no hay gastos extra de alojamiento y puedes vivir una experiencia de lo más local y auténtica. Además, tus anfitriones posiblemente te dejen sus mejores recomendaciones para que descubras el destino como un auténtico local, y por unos días te sientas como un habitante más. Porque ¿quién mejor para recomendarte que alguien que vive allí?
Anímate y empieza a preparar tu próxima escapada con un intercambio de casas.
¡Descubre HomeExchange!Muchas de las estadísticas mencionadas en este artículo proceden del reciente estudio realizado por el Grupo Cleantech sobre el impacto de la economía colaborativa en el medio ambiente.